Linea de Lecher

Desde mi adolescencia siempre me he sentido atraído por el mágico fenómeno de la radio difusión hasta el punto de “querer tocar con mis propias manos” todo lo que caía a mi alcance, en aquella época poca cosa (la revista Radio Electricidad y la librería Politécnica de la calle Siete Esquinas de Palma) donde su amable propietario se ofrecía a localizar los libros de mi interés.
En el transcurso del tiempo la tecnología sobre la instrumentación iba evolucionado “una barbaridad, ” eso si, a precios prohibitivos para un  modesto aficionado. Por esto siempre tengo en mi mente (cómo se apañaban los primeros pioneros en testear sus experiencias), lo que me dio lugar a experimentar entre otras cosas por ejemplo con el transmisor de “chispa” de Heinrich Hertz y el cohesor de Edouart Branly,  (basándose Marconi en sus descubrimientos), el carrete de Ruhmkorff
, un ondametro de absorción, un frecuencímetro para V-UHF basado en una línea de Lecher y un etc etc, todo encontrado en antiguos libros.

Mi línea de Lecher


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